😔 Lupita tiene siete años, tres de los cuales ha vivido en cama, es como una “princesa dormida” que espera despertar.
Una “muequita” en el rostro al momento de sonreír, reveló que un tumor crecía cerca de su cerebro, dijo Hiram Arrieta Martínez, su papá. En ese entonces, ella tenía menos de cinco años.
Tras el diagnóstico, la niña comenzó a tener dificultades para caminar, por lo que poco a poco fue más evidente la necesidad de una cirugía, la cual se realizó el 14 de febrero de 2018.
Todo había salido bien, pero el 25 de marzo sufrió un paro respiratorio, recuerda su padre. Luego de esto comenzó a depender de máquinas y de su familia para continuar viva.
Grupo Garza Limón visitó a Lupita, en su casa en la ciudad de Durango, donde se mudaron, porque en Cuencamé, se complicaba su atención. El objetivo de conocer su historia es ayudar a reunir fondos para que vuelva a tener una vida normal.
Antonio Ochoa
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